Quinta Vergara. Los hermanos Parra, con los cuales formaríamos Los Jaivas, fueron la base de una pandilla de niños de la que fui parte en los inicios de los años sesenta. Ellos vivían en la calle Montaña, adyacente a la Quinta Vergara. Era nuestro patio de juegos: un parque gigantesco que, ahora, es más chico. De niños, tendríamos nueve o 10 años, jugábamos en lo que hoy es el anfiteatro, que en ese tiempo era un parque infantil. Luego, nuestro patio de juegos se transformó en un tremendo escenario donde se empezó a hace el Festival de Viña del Mar. (calle Errázuriz 563–593, Viña del Mar, región de Valparaíso).