La temporada de lluvias en Colombia, que desde abril ha dejado más de 100 mil familias afectadas en todo el país, se ensañó a finales de junio con Granizal, una vereda ubicada en la zona nororiental de Bello, Antioquia, y el asentamiento informal más grande de la región que alberga la segunda población de desplazados más grande del país. Allí, 25 mil personas —de origen campesino, indígena, afro, intraurbano y migración venezolana— conviven haciendo malabares contra la precariedad. Ahora, también, contra la lluvia.
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