El arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de El Vaticano, aterrizó a inicios de junio en La Habana con un mensaje: “La Santa Sede no puede dejar de promover tanto los derechos y libertades como su fundamento en la dimensión trascendente del hombre”. Se cumplían 90 años de las relaciones diplomáticas entre Cuba y el Vaticano, y el prelado llegaba como primer enviado desde el nombramiento de Robert Francis Prevost como papa León XIV. Unos días después de la visita, la opositora política Donaida Pérez entraba a la cárcel de mujeres de Guajamal, en Santa Clara, de la que había salido en enero, como parte del grupo de 553 personas excarceladas tras las negociaciones del Gobierno cubano con la Iglesia católica.