Un grupo de investigadores liderados por científicos del Imperial College London y la London School of Hygiene & Tropical Medicine han analizado desde una perspectiva centrada en el cambio climático la reciente ola de calor que vivió buena parte de Europa a finales de junio y principios de este julio. En concreto, han enfocado su estudio a 12 grandes ciudades —entre las que figuran Madrid y Barcelona— y en los fallecimientos prematuros causados por las altas temperaturas. En total, entre el 23 de junio al 2 de julio, los científicos calculan que se registraron 2.305 muertes atribuibles al calor, de ellas 340 se corresponden a Barcelona y 118 a Madrid.