
“Cuando mi hermana Rosario me llamó para felicitarme por el premio Iberoamericano de narrativa Manuel Rojas comentó sobre lo prestigioso que era y la calidad de los escritores que hasta hoy lo habían recibido. Y agregó: «El premio es importante, cierto, pero lo que más me ha emocionado es que haya venido de Chile. Por algún motivo yo mantengo una esquinita dedicada a Chile en mi corazón».