Este verano, las sandalias ‘jelly’ con rejilla y los modelos de plataforma, iconos de la estética dosmilera Y2K, comparten protagonismo con diseños minimalistas de finas tiras de piel y las humildes chanclas de goma, omnipresentes playas y piscinas. En todos ellos el pie queda al descubierto. El primer paso para embellecerlos es recurrir a los socorridos esmaltes de uñas que, por un módico precio, transforman al instante la estética del pie. Sin embargo, los talones resecos y agrietados en buena parte de la población, son los grandes olvidados.