Un portátil, un enchufe libre y una mesa junto al aire acondicionado. Así sobreviven al verano muchos trabajadores autónomos que no tienen climatización en casa. Como consecuencia, desde que el teletrabajo explotó tras la pandemia, decenas de cafeterías en España se han transformado en oficinas improvisadas. Ahora, con temperaturas superando los 40 grados, estos espacios asumen un nuevo rol: el de refugios climáticos. Ya no se trata de salir a trabajar un día puntual, sino de adoptar cafeterías como una extensión natural de la oficina o del hogar, coinciden los dueños de estos refugios climáticos con café.
Related Post
Sin categoría
Contaminación informativa en elecciones: un desafío democrático que urge
4 de Noviembre de 2025