Un profundo corte de catorce centímetros en el cuello. El cuerpo boca arriba en el baño de la casa. La muerte de José Miguel Castro, gerente municipal cuando Susana Villarán era alcaldesa de Lima, ha conmocionado a un país secuestrado por las mafias y el sicariato. Castro fue asesinado este domingo en la calle Madrid del distrito de Miraflores, en la capital de Perú. Apenas la noche anterior, su padre, Julio Castro, un político de 81 años de larga trayectoria, había conversado con él.