Llevo días leyendo sobre sistemas complejos. Y lo que más me ha impactado es algo muy sencillo: en estos sistemas, toda decisión —por mínima que parezca— impacta el conjunto. Su lógica es sistémica, no lineal. Un pequeño cambio puede alterar el equilibrio entero. Por eso exigen soluciones integrales, pensadas desde la interacción de sus partes y no desde compartimentos aislados.
Los sistemas complejos y la Dirección del Trabajo

Los sistemas complejos y la Dirección del Trabajo