Este fin de semana que acaba de concluir, la Democracia Cristiana chilena se debatió entre dos pulsiones, Eros y Thanatos, entre la pulsión de vida y la pulsión de muerte en la teoría freudiana. En una intensa Junta Nacional, el máximo órgano del partido de la flecha roja tomó la histórica decisión de apoyar la candidatura presidencial de Jeannette Jara, de militancia comunista. Esta definición se adoptó por una mayoría aplastante. Es una decisión definitivamente histórica para la DC: si bien ya ha gobernado junto a comunistas en dos administraciones (segundo Gobierno de Michelle Bachelet y el actual Gobierno de Gabriel Boric), la DC jamás concibió la posibilidad de adherir a una candidatura presidencial proveniente del partido de la hoz y el martillo. Probablemente, se trata de un caso único en la historia de esta familia de partidos, ya que la DC se asocia históricamente a una variante de los partidos de derecha (aunque convengamos que la DC chilena siempre ha albergado en su interior un ala izquierdista, chascona como se le conoce).