La Operación Lone Star, o Estrella Solitaria, empezó como una estrategia de Texas para frenar la entrada de migrantes por la frontera sur durante la presidencia de Joe Biden. Cuatro años después, se ha convertido en una máquina de detenciones que refuerza la cacería de inmigrantes que desató la Administración de Donald Trump. Ahora, bajo una nueva versión 2.0 de Lone Star, como la han llamado varios expertos, Texas ha asumido un papel que correspondía al Gobierno federal: en lo que va de año, más de 3.100 indocumentados han sido arrestados por el Departamento texano de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés).