El problema de las familias bien avenidas planteado la semana pasada admite varias soluciones, según como se interprete el enunciado. Demos por supuesto que en ambas familias hay hombres y mujeres, como sugiere el contexto, y que cuando dos hombres se abrazan es un único abrazo (parece lo más razonable, pues decimos que Fulano y Mengano se dieron un abrazo, no dos). Sin embargo, para que el beso que x le da a y sea el mismo que y le da a x, tendría que ser un beso en la boca, que no suele ser el caso en las salutaciones interfamiliares, y menos si se dan dos besos por persona cada vez. Así pues, si consideramos que en cada encuentro besucón se dan cuatro besos y llamamos A al número de hombres Hernández, B al número de mujeres Hernández, E al número de hombres Fernández y C al número de mujeres Fernández, tendremos:
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La duplicidad de los abrazos
- by Carlo Frabetti
- 11 de Abril de 2025
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