Septiembre marca, para la mayoría de familias, el verdadero inicio del año. Es el mes en el que reaparecen las prisas, se retoman los horarios, las actividades laborales, escolares, deportivas y extraescolares, dejando atrás el ritmo más relajado del verano. Durante los meses estivales, los días se alargan, las rutinas se flexibilizan y algunas obligaciones parecen desaparecer. Sin embargo, ahora ha comenzado una etapa en la que volver a la organización y el orden se convierte en una necesidad. Un momento ideal para marcar objetivos realistas adaptados a las necesidades de cada hogar.