En los cuartos de final que deberían haber jugado Manchester City e Inter, Fluminense venció 2-1 al Al Hilal de Arabia Saudita y se convirtió en el semifinalista más sorpresivo del Mundial de Clubes. El único duelo sin representantes europeos, jugado en un estadio de Orlando que no pudo llenarse aún con entradas a 11 euros hasta minutos antes del partido, se resolvió a favor de los brasileños con los goles de Matheus Martinelli y Hércules, uno en cada tiempo. En el derroche económico con el que la FIFA premia a su nuevo torneo, Fluminense se quedó con un extra de 18 millones de euros a los 33 que ya había acumulado en las instancias anteriores.