La caída de la natalidad no es un fenómeno aislado ni exclusivo de Chile, es parte de una transformación global que viene ocurriendo hace décadas. En 1960, la tasa global de fecundidad de los países de bajos ingresos era de 6,4 hijos por mujer, y la de ingresos altos era de 2,9 hijos por mujer. Hoy, esas cifras se redujeron a 4,7 y 1,4 respectivamente. En el caso de Chile, pasó de 4,7 hijos por mujer en 1960 a 1,03 hijos por mujer en 2024, ubicándose por debajo del promedio de los países de su mismo nivel de ingreso. Estas cifras reflejan un cambio demográfico profundo en cómo las sociedades se relacionan con la crianza, aunque dicho proceso ocurre con ritmos y magnitudes diferentes según el nivel de desarrollo, las políticas implementadas y los cambios socioculturales. Ante este escenario de menores tasas de fertilidad ¿Qué pueden hacer los países frente a ello?
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