El test de embarazo vuelve a dar positivo después de unos años, y un nuevo bebé llegará a un hogar que comparten dos adultos y un niño. Vuelven los preparativos para recibir a un nuevo integrante en la familia, temas burocráticos, peluches, juguetes, ropa de bebé y anuncios a familiares, amigos y alguien a quien la situación le cambiará la vida y su lugar en el núcleo familiar: el futuro hermano mayor. Para él, su posición de único se verá rota para siempre, y sentirá que el trono en el que siempre se ha sentado ya no será suyo, sino del nuevo bebé que viene: es lo que se conoce como el síndrome del príncipe destronado.