Aunque la calma de las Bolsas pueda llevar a engaño, Estados Unidos ha vivido una de las semanas más trascendentales para los mercados financieros desde la crisis bancaria de hace 15 años. La decisión del presidente Donald Trump de cesar a la gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook (quien demandó este jueves al presidente) puede poner fin a los 74 años de independencia del organismo y someter la política monetaria a los deseos de la Casa Blanca. Un cambio total del paradigma que ha regido la primera economía mundial desde hace décadas, con más ecos en mercados emergentes y líderes autoritarios que en economías desarrolladas y democracias liberales.