En el musical Cabaret, mientras el mundo afuera se desmorona, dentro del Kit Kat Club la fiesta no se detiene. Hay lentejuelas, maquillaje corrido, ironía, y la ilusión de que todo está bien… por ahora. Casi un siglo después, ese contraste entre la celebración y el colapso vuelve a aparecer, esta vez en las redes sociales: espacios donde abundan los memes caóticos, el humor sin sentido y los videos que hacen reír justo cuando todo parece derrumbarse. Como si la Generación Z hubiera construido su propio cabaret digital, un lugar donde lo absurdo funciona como refugio emocional frente a un mundo incierto.
Cabaret digital: cuando el absurdo es el único refugio

Cabaret digital: cuando el absurdo es el único refugio