Incluso quienes no sentimos gran devoción por el fútbol podemos recordar cómo Lamine Yamal celebraba sus goles dibujando con las manos los números de su distrito postal. Este libro de Sergio Galarza se parece al gesto de Yamal: como el propio autor escribe, el relato es “un acto de reconciliación con mi código postal de origen”. Galarza disecciona los estratos de sus desclasamientos, en los que al final se funden origen y destino. En el mientras tanto brotan las líneas de este hermoso Barrio Moscardó, unas memorias que, como casi todas las memorias, caminan por la confesionalidad autobiográfica, el balance, la elegía y el ensayo, que, en esta ocasión, no solo repasa nombres fundamentales de la literatura peruana reciente —Vargas Llosa, Oswaldo Reynoso, Ciro Alegría…—, sino que nos adentra en el dibujo urbanístico de los barrios, en el perfil sociológico de sus habitantes, en la relación entre individuo y espacio, en la abandonada fauna urbana o en los nombres de los árboles a un lado y otro del Atlántico: la ponciana limeña, la acacia en Madrid.
Barrio Moscardó
Sergio Galarza
Candaya, 2025
139 páginas. 18 euros