Esta madrugada ha sido crítica en los centros sanitarios de Madrid, muy larga para los profesionales, que aseguran estar al límite. La gripe pone contra las cuerdas las Urgencias. El Hospital Clínico San Carlos ha cambiado las sillas de la sala de espera por camas para dar cobijo al mayor número de enfermos posible. “A las 21.30 había 145 pacientes esperando a ser atendidos, más del doble de su capacidad. Solo en la unidad de agudos, en esos momentos 12 personas estaban pendientes de recibir una cama desde hacía más de cuatro horas”, reporta el celador Santiago, que prefiere no revelar su apellido para evitar problemas laborales. Denuncia hacinamiento y alto riesgo de contagio entre usuarios, la mayoría de edad avanzada, con diferentes patologías y problemas respiratorios. En La Princesa, un sanitario de 31 años, que tampoco quiere ser identificado por el mismo motivo, reporta que había pacientes oncológicos “sin ser atendidos por un médico”.
